“Amados, en el día de hoy requerimos vuestra ayuda especial para aliviar el sufrimiento de las personas que están atravesando la enfermedad y para ayudar a las almas que han elegido desencarnar.
Para ello generad columnas de luz violeta en los hospitales y residencias de ancianos de todas las ciudades para que las almas que dejan este plano sean elevadas y acompañadas en su camino de regreso al Padre. Muchas de ellas abandonan esta existencia en soledad física o en soledad del alma, tristes, asustadas y desconcertadas. Que vuestra luz les guíe y les ilumine. Invocad a todos los barqueros del cielo que estén a disposición para ayudar a estas almas en sus tránsitos.
Cread también grandes columnas de amor para aquellos que se quedan. Activad vórtices energéticos en todas las ciudades, a modo de mandalas de cuarzo amplificados, para que la energía divina del Amor Crístico se expanda a todos los lugares, a todos los rincones. Que el amor llegue a cada hogar, a cada casa, a cada ser humano, para que le ilumine y le ayude a despertar a la conciencia, de modo que el sufrimiento y el miedo ante esta situación se alivien.
En cada ciudad, en cada pueblo, en cada aldea existen lugares sagrados venerados desde la antigüedad. Estos lugares sagrados son enclaves o vórtices energéticos donde a menudo hay fuentes naturales, nacimientos de agua, ermitas, capillas, cruceiros o dólmenes. También abundan en cerros y montañas que fueron utilizadas para el culto a la divinidad desde albor de los tiempos. Activad estos lugares, estos vórtices energéticos creando en ellos columnas de luz. Visualizad que estas columnas de luz penetran hasta el núcleo de la Madre Tierra y ascienden a su vez hasta el cielo, hasta el centro del universo, hasta el corazón del Akasha. Visualizad cómo desciende desde el cielo la dorada energía crística. La energía del amor puro se derrama y expande sobre la tierra, bañando a todos sus habitantes. Dejad que estas columnas actúen y mantenedlas activas con la llama de vuestra oración y vuestra intención pura.
No desesperéis, sabemos que la situación es dura, pero no estáis solos. Invocad nuestra ayuda para que os demos la fuerza y el valor suficiente para afrontar esta situación. No dejéis bajar vuestra vibración al calor de las noticias alarmantes, de los mensajes que proceden del ego y del enfado, ni del temor. Recordad que el destino de cada alma es insondable. No podéis juzgar con vuestra mente humana y lineal un acontecimiento que trasciende la barrera de vuestra tercera dimensión.
Tened paciencia, a su debido momento comprenderéis todo, pero no a través de la mente, sino de la sabiduría interior que se activará más que nunca en vosotros. No veáis a las víctimas con lástima, sino con compasión. Respetad el destino que han elegido y honradlas. Agradecer y honrar su aportación en su paso por esta vida terrenal y despedidles con amor y alegría. Transmitidles mentalmente, y si podéis de palabra, pensamientos de amor, gratitud, confianza y tranquilidad, para que cuando su alma abandone su cuerpo, sepa dirigirse hacia la luz y encontrar el camino de regreso al Padre.
Os agradecemos enormemente vuestra ayuda en estos momentos. Es importante que mantengáis la calma y la confianza, pues vosotros sois faros que alumbráis a muchos en la tiniebla de la soledad y la desesperación.
Tened paciencia con aquellos que aún no han despertado. Cada uno tiene su papel en esta representación que es la vida, y todos los papeles y los actores son importantes, aunque ahora no alcancéis a comprendedlo.
Que vuestro corazón sea vuestra guía, no la rabia, ni la desesperación ni el miedo.
Amados, os asistimos en todo momento.
Bendecidos sois hoy y siempre, en todo lugar, en todo espacio y en todo tiempo.
Gracias, gracias, gracias.
Amén, amén, amén”
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